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Fresas
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El procedimiento para deshidratar fresas, o cualquier otro tipo de fruta, lo más fácil es hacerlo en cualquiera de las máquinas específicas que hay en el mercado para realizarlo, aunque también podemos hacerlo de "forma manual", tardando más en obtener el resultado.
Basta con que tengamos un horno en nuestra cocina para poder hacer fresas deshidratadas. Para ello deberemos cortar en láminas finas las fresas (sin el pedúnculo) y colocarlas en la bandeja del horno, sin que estas lleguen a tocarse entre sí.
Encendemos el horno a la temperatura más baja que nos sea posible, entre 40 y 50 grados sería lo perfecto. Si es necesario, también podemos dejar entreabierto el horno, puesto que lo que queremos es secar las fresas, no cocinarlas, y para ello, la ventilación es primordial.
Introducimos la bandeja o bandejas en el interior del horno y dejamos durante 4 horas, aproximadamente. Dejamos enfriar y secar completamente antes de darlas uso o bien guardarlas en un tarro hermético y seco.