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Agua |
En el ámbito de la nutrición,
el agua es indispensable, pues tiene múltiples funciones en nuestro
organismo. Este nutrimento es una molécula formada por dos átomos
de hidrógeno y uno de oxígeno. En un recurso natural que no tiene
color, olor ni sabor, es móvil, deformable y fluye. Se encuentra en
estado gaseosos, sólido y líquido. Reitero que la naturaleza nos la
otorga a los seres vivos y es necesario no olvidar que las plantas y
animales también son seres vivos. Sin agua, no tendríamos verduras,
frutas, cereales, leguminosas, oleaginosas, carnes rojas o blancas,
leche y derivados, huevo, etc. Por lo tanto, los humanos no
existiríamos.
El
agua es esencial para mantenernos hidratados y también cumple un rol
vital en nuestra alimentación. ¿Sabías que entre el 20% y el 30%
del agua que incorporamos al organismo proviene de los alimentos?
Sin
embargo, el agua como nutrimento para el ser humano debe cumplir
ciertos requisitos: ser potable (carente de sustancias orgánicas en
suspensión, como bacterias), clara, incolora, inodora e insípida.
Como en todos los nutrimentos, existen necesidades y recomendaciones
para el consumo del agua. La primera recomendación nutrimentaria es
el consumo de un milímetro por cada kilocaloría (Kcal) que contenga
la dieta. Si consumimos una dieta de 2000 kilocalorías, se deberán
tomar dos litros de agua al día. Esta recomendación es diferente
para cada u de nosotros, pues se debe considerar la pérdida
de agua por actividad física o clima; estos parámetros aumentarán
la recomendación anterior. También es conveniente tomar en cuenta
la existencia de fiebre, si hay diarrea, vómito, hemorragias, gripe,
etc., o si se padece de enfermedades renales, hepáticas, pulmonares
o del corazón. Estas circunstancias disminuyen la ingesta diaria y
varían la recomendación de agua.