Tiempo: 300 minutos
Valor energético: 345 Kg por cada 100 g.
INGREDIENTES
200 g. de galletas
100 g. de nueces
80 g. de mantequilla
200 g. de azúcar glass
50 g. de mantequilla
100 g. de queso crema
6 hojas de gelatina neutra (2 g. por cada hoja)
60 ml de nata líquida o crema de leche (35% de M.G.)
2 limones
400 g. de queso mascarpone
40 g. de azúcar
100 g. de mermelada de fresa
1 g. de agar-agar
Fresón fresco para decorar
PREPARACIÓN
Trituramos las galletas junto con las nueces con la ayuda de un robot de cocina. Si no disponemos de él, metemos las galletas en una bolsa y las machacamos con un rodillo y picamos las nueces a cuchillo.
Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente a la mezcla de la galleta con la nuez y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.
Cubrimos con ella la base de un molde desmoldable de unos 20 cm de diámetro, repartiendo la mezcla homogénamente, y lo dejamos enfriar en la nevera.
Mientras tanto preparamos el relleno y comenzamos poniendo las hojas de gelatina a remojar en agua fría, al menos 5 minutos.
Batimos bien el azúcar glass con la mantequilla y el queso crema. Podemos usar un robot de cocina, unas varillas eléctricas o hacerlo a mano.
Lavamos bien los limones, los secamos y los rallamos. También exprimimos su zumo. Le agregamos ambas cosas, ralladura y zumo, a la mezcla anterior y mezclamos hasta incorporar. Añadimos el queso mascarpone y batimos de nuevo.
Calentamos la nata líquida, procurando que no llegue a hervir. Podemos usar el microondas, donde 30-40 segundos serán suficientes.
Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos, una a una, a la nata caliente. Se disolverán por efecto del calor, pero damos unas vueltas a la nata con unas varillas o con una cuchara para asegurarnos que no quedan grumos.
Agregamos esta mezcla a la del queso y batimos hasta que quede todo incorporado. Vertemos la mezcla en el molde, en este caso de 20 cm de diámetro, así queda como en la foto. Si queréis que quede más delgada, emplead un molde de mayor diámetro. La crema debe ir sobre la base de galleta.
La guardamos en la nevera durante al menos 4 horas o hasta que solidifique.
Entonces preparamos la cobertura. En un cacito calentamos el agua con el azúcar a fuego suave durante 5 minutos.
Pasamos la mermelada de fresa por un colador y la añadimos al cazo. Mezclamos, y cuando vuelva a hervir de nuevo, le añadimos el agar-agar.
Removemos para que se disuelva y dejamos cocer a fuego suave durante un par de minutos. Dejamos atemperar la cobertura unos minutos antes de extenderla sobre la tarta de queso.
Introducimos de nuevo en la nevera para que la cobertura tome cuerpo y endurezca. Aproximadamente una hora, aunque mejor dejarla reposar toda la noche.
Calentamos la nata líquida, procurando que no llegue a hervir. Podemos usar el microondas, donde 30-40 segundos serán suficientes.
Escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos, una a una, a la nata caliente. Se disolverán por efecto del calor, pero damos unas vueltas a la nata con unas varillas o con una cuchara para asegurarnos que no quedan grumos.
Agregamos esta mezcla a la del queso y batimos hasta que quede todo incorporado. Vertemos la mezcla en el molde, en este caso de 20 cm de diámetro, así queda como en la foto. Si queréis que quede más delgada, emplead un molde de mayor diámetro. La crema debe ir sobre la base de galleta.
La guardamos en la nevera durante al menos 4 horas o hasta que solidifique.
Entonces preparamos la cobertura. En un cacito calentamos el agua con el azúcar a fuego suave durante 5 minutos.
Pasamos la mermelada de fresa por un colador y la añadimos al cazo. Mezclamos, y cuando vuelva a hervir de nuevo, le añadimos el agar-agar.
Removemos para que se disuelva y dejamos cocer a fuego suave durante un par de minutos. Dejamos atemperar la cobertura unos minutos antes de extenderla sobre la tarta de queso.
Introducimos de nuevo en la nevera para que la cobertura tome cuerpo y endurezca. Aproximadamente una hora, aunque mejor dejarla reposar toda la noche.
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