|
Arroz con leche |
Dificultad: Media
Tiempo: 180 minutos
Nº de personas: 10 personas
Valor energético: 141 Kcal por cada 100 gramos
INGREDIENTES
200 g de arroz especial postres SOS
200 ml de agua
2,5 l de leche entera (si encontráis de leche de vaca cruda mejor)
1 limón grande
1 rama de canela grande
150 g de azúcar blanquilla
1 pizca de sal generosa
100 g de azúcar
10 g de canela en polvo
PREPARACIÓN
El primer paso es preparar los ingredientes con los que vamos a aromatizar la leche. Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco que luego nos amargue el postre.
Necesitamos también un palo de canela en rama, el más grande que encontréis. Calentamos los dos litros de leche a fuego medio casi hasta el punto de ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego.
Añadimos la piel de limón y por último la rama de canela. Dejamos todo en reposo durante 5 minutos (infusionando la leche).
En otra cazuela ponemos el arroz con el agua y una pizca de sal y lo llevamos a ebullición. La sal es importante porque le da un toque muy importante, casi el secreto fundamental para que sea un auténtico arroz con leche.
En cuanto el arroz haya chupado todo el agua retiramos. Pensad que hemos añadido poco agua y el arroz aún está un poco duro, con este proceso conseguimos ahorrar casi media hora.
A continuación algunas personas añaden al arroz la leche previamente infusionada. Otros lo hacen al reves, pasan el arroz a la cazuela de la leche. En ambos casos luego hay que hervir luego a poca temperatura el arroz.
En una placa de inducción de 10 puntos de temperatura, sería a 3. Removiendo cada 10 minutos para que no se vaya pegando a la cazuelay que se mezclen bien los sabores.
El proceso de evaporación de la leche y que el arroz suelte el almidón que le queda será de una hora más o menos.
Cuando hemos llegado a ese punto añadimos el medio litro de leche que tenemos reservado.
Seguimos con la temperatura baja otra hora más, siempre removiendo para conseguir ese punto deseado de cremosidad.
Cuando consigamos que el arroz esté cremoso, teniendo en cuenta que cuando se enfríe engordará un poco. Añadimos el azúcar (yo he usado poca cantidad porque con el requemado queda bastante dulce y así se puede contrarrestar).
El azúcar siempre lo añadimos al final para que no se pegue, además también engordará la crema un poco.
Para la presentación llenamos unas cazuelas o cuencos chulos que tengáis por casa.
Dejamos que reposen 15 minutos.
Cuando vayamos a servir el arroz con leche quemaremos la superficie. Echamos una cucharada de azúcar mezclado con canela en polvo en la parte superior. Quemamos con un soplete de cocina.
Se puede también usar una pala de quemar especial para este postre. Aunque no es fácil de conseguir y ocupa mucho en una cocina pequeña como la mía.
Así que prefiero el soplete que mantiene el arroz con leche templadito y genera esa famosa placa de azúcar crujiente. Hay gente en Asturias que le pone corteza de limón e incluso algunas gotinas de anís.
A mí me gusta el arroz con leche tradicional muy frío. Por eso lo guardo siempre en la nevera, para servirlo bien fresquito y acabo caramelizando la superficie antes de servir. Lo dejo a vuestro gusto.