viernes, 25 de septiembre de 2020

Agua

Agua
Agua
En el ámbito de la nutrición, el agua es indispensable, pues tiene múltiples funciones en nuestro organismo. Este nutrimento es una molécula formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. En un recurso natural que no tiene color, olor ni sabor, es móvil, deformable y fluye. Se encuentra en estado gaseosos, sólido y líquido. Reitero que la naturaleza nos la otorga a los seres vivos y es necesario no olvidar que las plantas y animales también son seres vivos. Sin agua, no tendríamos verduras, frutas, cereales, leguminosas, oleaginosas, carnes rojas o blancas, leche y derivados, huevo, etc. Por lo tanto, los humanos no existiríamos.

El agua es esencial para mantenernos hidratados y también cumple un rol vital en nuestra alimentación. ¿Sabías que entre el 20% y el 30% del agua que incorporamos al organismo proviene de los alimentos?

Sin embargo, el agua como nutrimento para el ser humano debe cumplir ciertos requisitos: ser potable (carente de sustancias orgánicas en suspensión, como bacterias), clara, incolora, inodora e insípida. Como en todos los nutrimentos, existen necesidades y recomendaciones para el consumo del agua. La primera recomendación nutrimentaria es el consumo de un milímetro por cada kilocaloría (Kcal) que contenga la dieta. Si consumimos una dieta de 2000 kilocalorías, se deberán tomar dos litros de agua al día. Esta recomendación es diferente para cada u de nosotros, pues se debe considerar la pérdida de agua por actividad física o clima; estos parámetros aumentarán la recomendación anterior. También es conveniente tomar en cuenta la existencia de fiebre, si hay diarrea, vómito, hemorragias, gripe, etc., o si se padece de enfermedades renales, hepáticas, pulmonares o del corazón. Estas circunstancias disminuyen la ingesta diaria y varían la recomendación de agua.

El agua, junto con las vitaminas y minerales, es uno de los principales nutrientes de nuestro cuerpo. Si bien no aporta energía, su ingesta es clave tanto para la hidratación como para lograr una alimentación saludable, ya que interviene en funciones vitales del organismo, como la respiración, la transpiración, la fecundación, la circulación, la excreción, etcétera.

El siguiente paso es dar a conocer las funciones de tan vital líquido en nuestro organismo:

  • Transporta los nutrimentos hacia las células para que se nutran.

  • Elimina del organismo las sustancias tóxicas y los desechos a través de la orina.

  • Es un solvente, se mezcla con sales que funcionan como lubricantes, por ejemplo, las lágrimas que humedecen nuestros párpados para que se abran y cierren, el líquido sinovial presente en las articulaciones protegiendo la unión de nuestros huesos, las mucosas, la saliva y el sudor.

  • En el proceso de respiración, el agua es necesaria en forma gaseosa para que el organismo elimine el dióxido de carbono y el gas tóxico que se produce por la respiración.

  • Interviene en la digestión, absorción y metabolismo de los alimentos

  • Forma parte de nuestros tejidos.

  • Elemento indispensable en la sangre.

  • Regula o mantiene la temperatura corporal.

  • Forma parte del líquido que está dentro y fuera de nuestras células (líquido intra y extracelular).

  • Contribuye al equilibrio de electrolitos.

La hidratación es el factor más importante para una buena nutrición, ya que, entre otros beneficios, contribuye a disolver aquellos alimentos que no hemos masticado lo suficiente.

Nosotros estamos conformados por un 45% de agua. Si tenemos problemas de obesidad, en nuestro cuerpo tendremos menos agua. Nuestro cuerpo es un experto comunicador, ya que nos avisa cuando está cansado, enfermo, tiene sueño, dolor, frío, hambre o sed. Sin embargo, nosotros, los indicados para atenderlo, hacemos caso omiso a estos mensajes y de repente se nos olvida tomar agua o nos resistimos a orinar. Es necesario consumir dos litros de agua durante el día como mínimo, aún sin sed, pues esta sensación se va inhibiendo con la edad. Recuerde que los líquidos que llegan al organismo son principalmente el agua de bebida, agua de preparación de alimentos y agua de constitución.

La mejor manera de incorporarla en nuestra dieta es elegir alimentos ricos en agua, como frutas, verduras y sopas, pero, además, beber de manera pausada antes, durante y después de las comidas.

Para finalizar no olvidemos:

  • El agua es vida.

  • Consuma dos litros, mínimo, al día.

  • Cuide el agua. Si bien sabemos que es un recurso natural, también sabemos que se agota día a día.

  • No ignore los avisos que manda su organismo.

  • El potabilizar el agua representa una gran erogación económica.

  • Ignore los mitos urbanos, pues el agua ni engorda ni adelgaza, hidrata.

¿Te pusiste a pensar cuánta agua tienen los alimentos que consumís? Las frutas y verduras contienen hasta un 90% de líquido. Algunos ejemplos:

  • Sandía: 91,90% de agua.

  • Tomate: 93,90% de agua.

  • Pepino: 95,70% de agua.

  • Melón: 84,40% de agua.

  • Pimiento: 92,60% de agua.

Cuatro funciones básicas del agua en el organismo, entre otras:

  • Tiene un rol activo en la digestión.

  • Absorbe y transporta los nutrientes que ingerimos con cada alimento.

  • Elimina las toxinas.

  • Regula la temperatura.

Algunas recomendaciones para incorporar en tu rutina:

  • Toma agua del grifo: es la mejor manera de mantenerte hidratado y la más segura, ya que pasó por diferentes análisis y procesos rigurosamente controlados antes de ser apta para el consumo.

  • Bebe aunque no tengas sed: la sed llega cuando ya has perdido al menos dos vasos de agua dentro de tu cuerpo.

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